viernes, 26 de marzo de 2010

Día Nacional de la Memoria y de la Justicia

A continuación, la desgrabación del discurso que brindó el Concejal Jose Maria Fernandez en la Sesión homenaje a las víctimas del último golpe de Estado que sufrimos los argentinos. 
La Sesión se realizó el día martes 23 de marzo en el Honorable Concejo Deliberante de Alte. Brown.

ADELANTO QUE MI BLOQUE VA A ACOMPAÑAR EL PROYECTO de decreto que manifiesta su más enérgico repudio al golpe de estado del 24 de Marzo de 1976.

El 24 de marzo de 1976, comenzó a escribirse una historia que por sus consecuencias no podemos dejar de tener presente los argentinos. Debemos, señor Presidente, hacer ejercicio de nuestra memoria para que situaciones como esas no se repitan “Nunca más” en la República Argentina.

La dictadura militar que sometió al país desde Marzo de 1976 y que culminó con el regreso a la democracia el 10 de diciembre de 1983, llevo adelante acciones aberrantes. Entre ellas la violación de derechos humanos fundamentales a través del terrorismo de Estado.

Esa dictadura, señor Presidente, llevo adelante un plan económico de la mano de su ministro de economía José Martínez de Hoz que no sólo condenó al hambre a la mayoría de los argentinos, sino que llevó a la destrucción del aparato productivo de la argentina; la pequeña y mediana industria fue sacrificada, ya que no podía competir con productos provenientes del exterior.

En esos años se elevó la deuda empresarial, se multiplicaron la deuda externa pública y la deuda privada.
Fue entonces, para sostener aquellas políticas, que el régimen militar profundizó el accionar represivo dirigido sobre todas las fuerzas democráticas, políticas, sociales y sindicales, con el objetivo de someter a la población mediante el terror del Estado y así imponer el orden sin ninguna voz disidente.

Debemos tenerlo presente, Sr. Presidente, no debemos olvidar. La dictadura fue sinónimo de “Guerra sucia”, de “represión ilegal”, de “tortura”, de “campos de concentración”, de “desaparecidos”, de “apropiación de menores” , de la “ noche de los lápices” ocurrida el 16 de septiembre de 1976: pensemos que sólo se trataba de estudiantes secundarios reclamando para la implementación de un boleto estudiantil”. ¡Nunca más a semejante barbarie!

Pero también fue durante la dictadura que se llevó adelante unos de los períodos de mayor desindustrialización que tenga memoria la República, como así también un brutal proceso de especulación que se conoció como la “bicicleta financiera” otorgando garantía estatal a los depósitos a plazo fijo. La época de LA PLATA DULCE, el cierre de empresas, la creciente desocupación, el congelamiento de salarios, derivaron en un proceso inflacionario hacia fines de la dictadura. Utilizaron, como vemos, el aparato represivo no sólo para matar, sino también para saquear el país.

Como olvidar, Sr. Presidente, las políticas de distracción y de impacto mediático llevadas adelante por la dictadura… Basta solo recordar el mundial de futbol de 1978, y la triste celebre publicidad que se enviaba al mundo aduciendo al refrán de que “LOS ARGENTINOS SOMOS DERECHOS Y HUMANOS” . El conflicto por el Canal del Beagle, la locura de la Guerra de Malvinas, que de ninguna forma debe confundirse con nuestro derecho soberano sobre las islas con el cual debemos estar comprometidos.

La dictadura violó la Constitución Argentina, se aparto de la división de poderes, suspendió la actividad política, suspendió los derechos de los trabajadores interviniendo los SINDICATOS y la CGT. Prohibió las huelgas, DISOLVIÓ EL CONGRESO, disolvió la Corte Suprema de Justicia de la Nación, suspendió la vigencia del Estatuto Docente, y puso un cerrojo a la libertad de prensa a través de la “CENSURA” a los medios de comunicación.

Sr. Presidente, los estudiantes, los sindicalistas, los intelectuales, los profesionales, los obreros, los docentes y tantos otros argentinos y argentinas que fueron victimas de torturas , de secuestros, de la muerte misma, los que se encuentran desaparecidos, como así también aquellos que sufrieron el desarraigo, la falta de trabajo, quienes lo perdieron todo , necesitan que tengamos memoria. Pero también merecen que nosotros, los que tenemos una responsabilidad, honremos los cargos que ostentamos, poniendo todo de nuestra parte para que las instituciones de la República - que son pilar del sistema democrático - sean el ámbito de debate y búsqueda de consenso para alcanzar la verdad y la justicia.

Sólo si somos capaces de lograrlo, estaremos cumpliendo el mandato que escribieron con su sangre, aquellos que murieron en la búsqueda de recuperar no solo su libertad sino también su dignidad.

Gracias Sr. Presidente.